La anticipación como estrategia y habilidad del desarrollo
- socorrocornejo5
- 1 feb 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2024
A lo largo del día, nos encontramos continuamente explorando distintos contextos, algunos familiares y seguros, otros novedosos y a veces inseguros. Cuando ingresamos a un lugar o nos relacionamos con personas, nuestro cerebro realiza un escaneo para evaluar si percibe una amenaza o un entorno seguro. Este proceso, conocido como neurocepción y descrito por el Dr. Stephen Porges, es fundamental en la forma en que los seres humanos interactúan con su entorno y con los demás. La sensación de seguridad es esencial para confiar, crecer y aprender, especialmente en niños en pleno desarrollo.
Sin embargo, la percepción de seguridad varía de una persona a otra debido a su perfil individual biológico y único. Cada individuo interpreta el mundo a través de su cuerpo y mente de manera particular. Por ejemplo, un niño con desafíos en el procesamiento sensorial puede sentirse abrumado por la información sensorial del entorno, activando respuestas de supervivencia.
Es en estas situaciones donde la anticipación emerge como una estrategia valiosa. Los profesionales a menudo aconsejan a las familias: "Es importante anticipar". Esto implica comunicar o mostrar al niño lo que va a suceder a través de apoyos visuales como agendas o historias sociales. Cuando se utiliza esta estrategia, se observa que el niño comprende mejor su entorno, mejora su desempeño y, en muchas ocasiones, se evitan conductas de desregulación que pueden ser un desafío para el cuidador.
La anticipación, en el contexto del desarrollo infantil, es la capacidad de prever y esperar eventos futuros, comprendiendo lo que sucederá. Al informar al niño sobre un evento o situación que ocurrirá más adelante, ya sea mediante apoyos visuales o explicaciones verbales, se proporciona información clara y precisa. Cuando el niño experimenta la situación, ya tiene una comprensión previa de lo que ocurrirá, lo que le permite procesar la información a su propio ritmo y ajustada a su perfil individual.
La anticipación se convierte así en una herramienta esencial para apoyar a los niños en su desarrollo, ayudándoles a sentirse seguros, comprender su entorno y desarrollar habilidades para interpretar y dar significado a las experiencias que enfrentan. Esta estrategia se basa en el respeto por la individualidad de cada niño y en la creación de un entorno propicio para su crecimiento y aprendizaje.
Por Socorro Cornejo D´Andrea


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